viernes, 28 de diciembre de 2012

Edifique su vida sobre las misericordias de Dios


Por John Piper


Romanos 12:1-2

"Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto."


Mi propósito es que a través de este mensaje usted sea motivado por Dios y capacitado por el Espíritu Santo para edificar su vida sobre la misericordia de Dios manifestada en Jesucristo. Este propósito tiene dos aspectos:

1) Que usted pueda edificar su vida sobre un fundamento.

2) Que usted pueda edificar su vida sobre la misericordia de Dios manifestada en Cristo. Se pueden distinguir estos dos aspectos en la primera mitad del versículo1 de Romanos 12 que dice: “Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios…”



 Edifique su vida sobre un fundamento

En primer lugar, mi propósito (el propósito de este mensaje) es que usted pueda edificar su vida sobre un fundamento. En segundo lugar, mi propósito es que su vida sea edificada sobre la misericordia de Dios, aunque no vamos a tratar este asunto todavía; vamos a quedarnos justo aquí, en el primer aspecto de este propósito para hacer un señalamiento muy importante: « La vida cristiana está edificada sobre un fundamento» ¿Cómo llego a la conclusión anterior y qué quiero expresar? Llego a esta conclusión mediante la expresión “por consiguiente”, y con ella quiero decir que todas nuestras acciones, emociones y pensamientos deben estar fundamentados en la verdad revelada por Dios en la Biblia.

La Expresión “Por Consiguiente”

Considere las palabras “por consiguiente” en el versículo 1:

“Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios”.

 La expresión “por consiguiente” es muy importante ya que contiene toda una concepción ¿Cómo usamos esta expresión? Les mostraré dos ejemplos:

“El 28 de abril, la iglesia emitió 315 votos a favor y 39 en contra, para llevar adelante la visión Atesorar Juntos a Cristo y el Templo a Distancia de Mounds View, por consiguiente, dentro de dos semanas compraremos un nuevo Templo a Distancia”.

La expresión “por consiguiente” significa que la acción de comprar está tiene un fundamento, es decir, el fuerte consentimiento de la iglesia de llevar adelante la visión. Por tanto esta acción no es arbitraria, no surgió de repente, está fundamentada en años de reflexión, perfeccionamiento, oración y búsqueda en la Palabra de Dios. Se fundamenta en los meses de planificación, elaboración y discusión; y además en los delicados ajustes a las entradas del pueblo de Dios, los cuales fueron emocionantes. Finalmente, se fundamenta en el fuerte voto de aprobación de la iglesia. Por consiguiente –solo por consiguiente- seguimos adelante. Nuestras acciones como Iglesia están edificadas sobre un fundamento.

Considere además otra historia real, ocurrida la semana pasada, en la localidad de Fortaleza, en Brasil, donde uno de nuestros equipos está construyendo una iglesia. Este relato es otro ejemplo de lo que quiere decir “por consiguiente”.
Hace una semana, Linda Oatley, una de nuestras misioneras para alcanzar a los chicos de las calles de Río de Janeiro, iba, con Nöel y Talitha, desde la ciudad de Río hasta Fortaleza para reunirse con nuestro grupo. Linda daba su testimonio a las mujeres de la iglesia contándoles como había deseado ser una misionera desde que era muy joven. Pero su esposo nunca estuvo interesado con esa idea. Finalmente su esposo la abandonó y se divorció de ella. Después de una fuerte y prolongada lucha, decidió, como mujer soltera, ahora de 50 años, que entregaría su vida en la misiones para alcanzar a los niños necesitados. Las mujeres quedaron profundamente impactadas al escuchar este testimonio.

A la mañana siguiente, en una reunión de mujeres, la esposa del pastor se levantó y con lágrimas en los ojos dijo: “Mi esposo siempre ha deseado que fuera una misionera en Chile, pero me he rehusado a ello. Ahora, el testimonio de Linda ha destruido todas mis objeciones y ha cambiado mi corazón, y por consiguiente, estoy dispuesta a ir”.

Cuando Pablo dice, “Por consiguiente, hermanos, os ruego…”, está diciendo: La vida, que les exhorto a vivir (en Romanos 12-16), está edificada sobre una base, no proviene de la nada, tiene raíces, tiene fundamentos. La vida cristiana tiene raíces. Tiene cimientos. Tiene causas, motivos y razones ¡Y estos fundamentos no son pequeños! En los cinco capítulos que siguen, Pablo, como cristianos, nos exhorta a vivir de un cierto modo. Y con la expresión “por consiguiente”, nos está diciendo: «el fundamento sobre el cual construimos nuestras vidas, es el fundamento expuesto en Romanos 1-11». Ahora Pablo está yendo de la doctrina a la práctica. Está cambiando de teología a ética. Está llevándonos de la verdad acerca de Dios, de Cristo y de la salvación, hacia lo que nosotros debemos hacer (lo que, por consiguiente, debemos hacer, de acuerdo con Romanos 1-11). A causa de toda la verdad acerca de Dios y del pecado, de Cristo y la cruz, del Espíritu, la fe y la justificación (a causa de todo lo que hemos visto en Romanos 1-11), por consiguiente, hemos sido concebidos para edificar nuestra vida práctica sobre estos principios.
Pablo, mediante la expresión “por consiguiente”, nos lleva del concepto a la aplicación.

Las acciones del cristiano, sus sentimientos y sus expresiones tienen una plataforma. Tienen un fundamento. Están edificados sobre una base. Pablo dedicó once capítulos, a establecer los fundamentos para el edificio de Romanos 12-16. Si olvidamos esta relación, lo perdemos todo.

El hinduismo no tiene ‘por consiguientes'

Esto puede parecerle obvio. Eso espero. Pero para millones de personas no lo es. Por ejemplo, compare al hinduismo, la religión de cientos de millones de personas, principalmente de la India. Justo la semana pasada, leí un artículo de Herbert Hoefer, donde escribe:

El nombre propio de hinduismo es “Sanatana Dharma” o “el eterno camino de la vida”. Usted puede tener cualquier creencia que quiera, pero debe vivir el dharma. En la religión que usted tiene, se espera que participe de los valores, costumbres, y organizaciones de la sociedad... si un hindú ve que usted es una persona de carácter y de buenas costumbres, a él no le importará mucho si usted tiene creencias religiosas diferentes. Lo que le importa, más que cualquier cosa, es que usted sea una persona de dharma... Dentro del propio hinduismo se pueden identificar cientos de tradiciones religiosas diferentes.
Como puede apreciar, la visión de Pablo y la de un hindú acerca de la vida, son radicalmente diferentes. El hinduismo no enseña 11 capítulos acerca de una verdad clara, objetiva, histórica y espiritual sobre la naturaleza de Dios, para luego decir, por consiguiente viva de la manera que esta verdad demanda. No, en el hinduismo no es fundamental la creencia religiosa que usted tenga respecto a Dios, la forma de vida hindú, el dharma, no está precedida por un gran “por consiguiente” arraigado a una verdad objetiva. Hay toda una filosofía bíblica en esta pequeña expresión “por consiguiente”. Le pido que piense acerca de esta realidad, que la abrace, y que edifique su vida sobre las grandes verdades del evangelio expuestas en Romanos 1-11 (la misericordia de Dios manifestada en Jesucristo).

El propósito del cristianismo es glorificar la misericordia de Dios en Cristo

Permítame darle una razón y además, una aplicación para este planteamiento. La razón por la cual el cristianismo debe edificar su modo de vida sobre las misericordias de Dios en Jesucristo es que todo el propósito del cristianismo es glorificar las misericordias de Dios en Cristo. Nosotros existimos para mostrar la gloria de las misericordias de Dios en Jesucristo. Por esta razón, Pablo dedica 11 capítulos a mostrar las misericordias de Dios en la obra de Cristo y luego dice, “por consiguiente”, edifique su vida sobre esta misericordia. Viva una vida que refleje esta misericordia. Por esta  razón usted existe.

Así que podemos decir: A causa de las misericordias de Dios manifestada en Cristo, por consiguiente, actúo de esta manera y no de otra. Por las misericordias de Dios manifestada en Cristo, por consiguiente, hablo de esta forma y no de otra. Por las misericordias de Dios manifestadas en Cristo, por consiguiente, cultivo esta clase de emoción y elimino esta otra. Por cuanto existo para glorificar las misericordias de Dios en Cristo, vivo de esta manera y no de otra ¡La vida cristiana está edificada sobre un fundamento!

Una aplicación para los padres: No Diga "Solo Házlo"

La aplicación es esta: Padre, enseñe a sus hijos que el comportamiento y las actitudes que espera de ellos están edificadas sobre un fundamento. No diga, « ¡simplemente hazlo!». A medida que ellos vayan creciendo, ayúdeles a ver que los modelos de pensamientos, de actitudes, de acciones, de recreación, de ministerio y de misericordia, están todos edificados sobre las misericordias de Dios en Cristo. Ayúdeles a ver que la vida cristiana no es una lista normas. Es el camino que refleja la gloria de Dios en Jesucristo. Ayúdeles a ver que la vida cristiana (para niños adolescentes y adultos) está edificada sobre el evangelio, sobre la belleza de un Cristo crucificado, resucitado y reinante. La pregunta no es: ¿qué sucede con esta música, o esta película, o esta fiesta, o este vestido, o estos medicamentos o con estos amigos? La pregunta es: ¿cómo puedo actuar, hablar y sentir de manera que pueda ayudar a mis amigos a apreciar el valor de Jesucristo por encima de toda música, película, fiestas, y amigos? ¿Cómo puedo vivir para mostrar que Jesús no vino al mundo para ayudarme a disfrutar mejor de las fiestas, sino para ayudarme a amar y a morir de una manera mejor?

Desarrolle en su hogar la comprensión de la expresión “por consiguiente” en Romanos 12:1. Ayude a que sus hijos sostengan esta filosofía. La vida cristiana tiene raíces. Tiene un fundamento. Está edificada sobre algo. Debido a la verdad de Romanos 1-11, por consiguiente, viva la vida que enseña Romanos 12-16. Este es el primer mensaje de Pablo en el versículo1. 2. Construya Su Vida Sobre las Misericordias de Dios

Ahora, ya he aclarado la segunda parte del propósito de este mensaje, es decir, que usted no solo debe edificar su vida sobre un fundamento, debe edificarla sobre las misericordias de Dios. Solo piense: de todas las verdades que Pablo expone en Romanos1-11, él eligió las misericordias de Dios como la raíz y fundamento de nuestra nueva vida en Cristo ¡Qué declaración tan estupenda! Habiendo escrito de la ira de Dios, de su justicia, de su juicio, de nuestra caída, pecado y muerte, de la muerte y resurrección de Cristo, de la justificación solo por la fe, de la llegada del Espíritu Santo para santificarnos y para guardarnos, de la absoluta soberanía de Dios en su devoción por elegir a Israel; habiendo dicho todo esto, él escogió las misericordias de Dios como el clímax o exponente de todo lo anterior, y dijo:

“Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios”

Esta realidad no es irracional. Veamos Romanos 15:8-9.

“Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia”

¡Ahí tiene! El propósito de los 11 capítulos, o mejor dicho de los 16 capítulos, es que podamos hacer que las misericordias de Dios se manifiesten grandemente entre las naciones.

Las misericordias que mostraremos si edificamos nuestras vidas sobre las misericordias de Dios

Digamos: «Por las misericordias de Dios en Cristo, viviremos la vida que nos enseña Romanos 12-16». Como usted sabe, aquí estamos en el camino correcto, donde solo de recorrer el capítulo 12 se aprecian las misericordias que mostraremos si edificamos nuestras vidas sobre las misericordias de Dios.

Versículo 8 (al final): “el que muestra misericordia, [hágalo] con alegría”.
Versículo 9: “El amor sea sin hipocresía”. Versículo13: “Contribuyendo para las necesidades de los santos”.
Versículo 14: “Bendecid a los que os persiguen”.
Versículo15b: “Llorad con los que lloran”.
Versículo 16b: “Condescendiendo con los humildes”.
Versículo 17: “Nunca paguéis a nadie mal por mal”.
Versículo 19: “Amados, nunca os venguéis vosotros mismos”.
Versículo 20: “pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer y si tuviere sed dale de beber”.

Cuando nos dirigimos a Romanos 12-16, nos adentramos a un mundo de misericordias ¿Por qué? Porque nuestras vidas están edificadas sobre un fundamento, están enraizadas en algo, están edificadas sobre las misericordias de Dios. Nuestras vidas están enraizadas en las misericordias de Dios. Nuestras vidas están fundamentadas sobre las misericordias de Dios.

La palabra misericordia, en este contexto, no solo implica el perdón por la culpabilidad, sino, específicamente, una sensible compasión por los indefensos y los desesperados. Esta compasión es la que anhelamos después de leer Romanos 1-11. Trate distinguir estos dos aspectos de la misericordia en Romanos 5:6-8:

"Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos.  Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."

¿Pudo distinguir los dos aspectos de la misericordia?
Nosotros éramos débiles e indefensos (este es un aspecto).
Nosotros éramos pecadores y culpables (este es el otro aspecto).
La misericordia responde a ambos aspectos. La misericordia perdona la culpa y se compadece de los indefensos ¿Ha edificado usted su vida sobre esta misericordia? O quizás deba preguntar: ¿ha saturado usted su vida con esta misericordia? ¿Las misericordias de Dios, al salvarle, han llegado al centro y esencia de su vida, de modo que usted está viviendo gracias a una profunda primavera de humildad, en la felicidad de un corazón quebrantado en las misericordias de Dios?

¿Podría usted orar por mí para que viva de esa manera? Esto es lo que anhelo hacer: En lo más profundo de mi ser (de donde vienen mis palabras espontáneas, la expresión de mi rostro, mis gemidos, y mis palpitaciones). En lo más profundo de mi ser deseo ser sumergido, como un niño, en la clemente y compasiva misericordia de Dios. Y también pediré lo mismo para usted.

¡Cómo necesitamos vivir así! ¿De qué otra manera seguiremos amándonos los unos a los otros en los días que vendrán, cuando la visión de atesorar juntos a Cristo pondrá a prueba la capacidad de mostrar misericordia los unos por los otros?

¿De que otro modo amaremos a los enemigos de nuestra propia casa o de los campos misioneros y devolveremos bien por mal, cuando seamos calumniados por nuestros conceptos sobre la infalibilidad y autoridad de la Biblia, o sobre el significado del matrimonio, sobre la justicia racial, o sobre la horrible aceptación de los abortos por interrupciones del embarazo; o cuando demos el mensaje de que no hay otro camino de salvación, excepto a través de Jesucristo? Si nuestras vidas no están edificadas sobre las misericordias de Dios y saturadas por las misericordias de Dios, ¿cómo nos mostraremos misericordiosos y glorificaremos al Señor? La misericordia no es débil

¿Sabía usted que la misericordia no es débil? Vea las dos primeras frases del versículo 9:

“El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno”

La palabra “aborreciendo” es realmente fuerte. Cuando usted ama profundamente, debe detestar celosamente todo lo que pueda destruir lo que ama. Sin embargo la misericordia se conduele a pesar de detestar. La misericordia aborrece la maldad, pero en nuestras relaciones personales no debemos devolver a nadie mal por mal (versículo 17). La misericordia conoce el significado de ser herido y ofendido, pero no busca venganza por sí misma (versículo 19). La misericordia conoce lo que es tener enemigos, pero dice: “si tu enemigo tiene hambre, dale de comer”.

La misericordia no es débil, tiene una columna vertebral irrompible, sin embargo es muy suave si la tocamos.

Qué Dios les anime y les capacite a través del Espíritu Santo para que puedan edificar sus vidas sobre las misericordias de Dios manifestadas en Jesucristo. Reciban estas misericordias. Encomienden sus vidas a ellas. Acéptenlas para el perdón de sus pecados y como toda la ayuda que necesitan para vivir una vida de misericordia.


Fuente: Desiring God

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