Tengamos cuidado: Dios es fiel

Una de muchas bellas cualidades por las cuales podemos descansar confiadamente en Dios es su fidelidad.
A lo largo de la historia y en distintas latitudes, muchos cristianos han sido confortados y sostenidos ante circunstancias adversas por el conocimiento de esa virtud.
La Biblia es clara al respecto. A lo largo de todas sus páginas encontramos declaraciones y acciones de Dios que comprueban e ilustran que Él es fiel.

Sólo para nombrar algunos textos,en el Antiguo Testamento encontramos:

"Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones..."  Deuteronomio 7:9

"Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes."  Salmos 36:5

"Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre."  Salmos 117:2

 "De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste." Salmo119:90 

"Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad."  Lamentaciones 3:22-23

El Nuevo Testamento confirma la fidelidad de Dios:

"Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor."  1 Corintios 1:9

"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." 1 Corintios10:13

"Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará."  1 Tesalonicenses5:23, 24

 "Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió."  Hebreos 10:23

"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." 1 Juan 1:9 

Por lo cual, confiadamente podemos exclamar frente a cada situación: ¡DIOS ES FIEL!

La Palabra de Dios nos habla de esa fidelidad para que confiemos pero también algunos pasajes conllevan  un sentido de advertencia. Consideremos, por ejemplo, 2 Timoteo 2:13:

"Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo."

Este pasaje de las Escrituras suele perder el sentido completo que tuvo originalmente cuando es sacado de su contexto. Veamos los versículos anteriores: 

v.11 "Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 

v.12   Si sufrimos, también reinaremos con él; 

         Si le negáremos, él también nos negará. 

v.13  Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo." 

Si aislamos el último versículo de su contexto incluso podríamos parafrasearlo "no importa si eres infiel a Dios, de todas formas Él permanece fiel". Pero esta afirmación negaría el versículo anterior que dice "si le negáremos, él también nos negará." ¿Entonces qué es lo que quiere decir?

Si prestamos atención en la lectura de este pasaje, veremos que el autor divide en estos versículos a dos grupos: en primer lugar hace referencia a los que permanecen fieles y en segundo lugar a los que se vuelven infieles. También encontramos la respectiva recompensa para ambos.

Frente a los sufrimientos por causa de Cristo sabemos que su Palabra es fiel: si sufrimos (presente) también reinaremos (futuro) con Él. Este es el primer grupo, que frente a la adversidad presente se mantiene aferrado al Señor. 
Pero también se nos presenta otra opción: negarle (presente), con la consecuencia de que Él también nos negará (futuro). Este es el segundo grupo, que frente a la oposición toma una opción que parece aliviarles la carga aquí, pero la consecuencia eterna es terrible.

Considerando estos versículos en conjunto,  el "si somos infieles, Él permanece fiel" es tanto un consuelo  como una advertencia.
Es una advertencia a aquellos que se vuelven infieles: puesto que Él es fiel,  no puede ser infiel a su palabra de que negará a los que le nieguen. Él será fiel a lo que ha dicho, y no recibirá a los que le han negado.
Pero también es un consuelo a los creyentes. Él es fiel!  El verbo griego aquí está en presente continuo, por lo que significa que en nuestras continuas infidelidades está la continua fidelidad de Dios. La inconstancia, la flaqueza, la infidelidad del cristiano hallan siempre un asidero en la fidelidad de su Señor Jesucristo. 

¿La razón? Él no puede negarse a si mismo, a su Palabra y a su Ser... El hombre puede cambiar de parecer ante la tribulación, pero Dios es siempre fiel. Él no cambia.

¡Que la fidelidad de Dios a lo que ha dicho y la certeza de que lo cumplirá nos aliente continuamente a serle fieles!