Textos espinosos 1 (Juan 14:28)

Posiblemente hayas tenido que dialogar con personas que dicen acercarse a Jesús pero que, basados en textos bíblicos mal entendidos, se equivocan en cuanto a su persona y a lo que Jesús ha revelado de sí mismo.
Claramente en los evangelios Él reclamaba para sí el título de deidad: perdonaba pecados (algo que sólo Dios puede hacer); "el que me ha visto a visto al Padre"- decía; recibía adoración sin reprocharla ni condenarla como idolatría, y muchas cosas como estas.
Sin embargo, estas personas, apoyadas en "textos bíblicos espinosos" quitan a Jesús la identidad que Él mismo decía tener, rebajándolo al nivel de un simple buen maestro o un mero hombre ejemplar ¡La Biblia dice que Jesús fue y es más que eso!
Ante los tales podemos callar, cerrarle la puerta en la cara o comunicarles la verdad explicando estos "pasajes espinosos" rogando que Dios en Su misericordia abra sus corazones y entendimiento a la Verdad. Obviamente, en primera instancia, debiéramos optar por la tercer opción.

En esta y las próximas entradas trataré de explicar el verdadero significado de estos pasajes a la luz de su contexto y de toda la enseñanza bíblica.
Yo también oro para que todo esto te sea de utilidad en tu devoción al Señor y para compartir eficazmente la verdad acerca de Jesús.

Si Jesús es Dios ¿Por qué dijo "el Padre mayor es que yo" en Juan 14:28?



A simple vista este texto parece contradecir que Jesús sea Dios en el mismo sentido que el Padre lo es. Algunos explican que, de alguna manera, afirma que Jesús es un Dios menor. Pero esto es un claro ejemplo del error que podemos cometer si no consideramos el contexto y el resto de la enseñanza bíblica.

En esta ocasión los discípulos están tristes porque Jesús les ha comunicado que se iría:

"Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo" Juan 14:28

Debemos considerar que Jesús está diciendo esto en su estado encarnado, antes de ser glorificado.
En otras palabras, Jesús está regresando a la gloria y si los discípulos le hubieran amado como debieran se habrían alegrado, puesto que estaba regresando al lugar que le corresponde.

La Biblia enseña que Él tomó la forma humana con todas sus limitaciones: podía estar solo en un lugar a la vez, cansarse, tener hambre o sed. Todas estas cosas las encontramos en los relatos de los evangelios. Sin embargo, el mismo evangelio que pronuncia este "pasaje espinoso" afirma diáfanamente su deidad:


"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." Juan 1:1

"Yo y el Padre uno somos" Juan 10:30

"Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!" Juan 10:27, 28 

En cuanto a naturaleza, como afirman estos pasajes, Él es Dios pero en cuanto a posición temporal era inferior al Padre. Jesús:100% hombre y 100% Dios.  

Es verdad que en su papel de siervo en tanto que estuvo en la tierra, Jesús ocupó un lugar inferior en categoría al Padre. Esta categoría, sin embargo, no niega su naturaleza divina. En este mismo pasaje, Jesús dijo a Felipe: 

“El que me ha visto a mí ha visto al Padre" Juan 14:8, 9

Este pasaje deja en claro que Jesús y Dios son una misma naturaleza. El haber visto a uno era haber visto al otro. 

¿No dice lo mismo Juan 12:44,45?

"Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;  y el que me ve, ve al que me envió." 

 Por lo tanto, las palabras de Jesús de que el Padre era mayor que Él, se referían a su posición temporal, no a su ser.

Casi todos los argumentos usados para negar que Jesús es Dios proceden de una mala interpretación de Filipenses 2:6-11, que enseña que Jesús tenía dos  naturalezas, la humana y la divina. Jesús “existía” en dos “formas”, como Dios (v.6) y como hombre (“siervo” V.7)
El texto enseña que su primer estado era una posición de “igualdad” con Dios; el segundo un estado “de humillación”. Casi todos los versículos usados para probar que Jesús no era igual a Dios el Padre, y por tanto que no era uno con Dios, comparan a Jesús en su estado de humillación como hombre, con la posición exaltada de Dios en el cielo. Se pasa por alto el hecho de que Jesús dejó su posición exaltada de igualdad con Dios el Padre a fin de hacerse hombre, morir por los pecados del mundo, resucitar y luego ser engrandecido otra vez.

Jesucristo es Dios. Rebajarlo a un nivel inferior a esto es faltar a la verdad bíblica y a lo que Él ha dicho de sí mismo.


* Otros textos que hablan claramente de la deidad de Jesús: Romanos 9:5; Tito 2:13; Hebreos 1:8 entre otros que estudiaremos en la próximas entradas.