jueves, 30 de agosto de 2012

La santificación - Pautas prácticas para el creyente (4ta parte)

Luego de considerar nosotros las tres entradas anteriores en donde J. C Ryle expone con profunda claridad acerca de la santificación, y recordando sus puntos expuestos ("La verdadera santificación no consiste en un mero hablar sobre religión, no consiste en sentimientos religiosos pasajeros, ni en un mero formalismo y devoción externa. La santificación no consiste en un abandono del mundo y de las obligaciones sociales, y tampoco en hacer buenas obras de vez en cuando" Sino que  "La santificación genuina se evidenciará en un respeto habitual a la ley de Dios y en un esfuerzo continuo por obedecerla como regla de vida; La verdadera santificación se mostrará en un esfuerzo continuo por hacer la voluntad de Cristo y vivir a la luz de sus preceptos prácticos"...) estaremos de acuerdo con su conclusión, que es:

...Debemos darnos cuenta del estado tan peligroso en que se encuentran algunas personas que profesan ser cristianas

“Sin la cual (la santidad) nadie verá al Señor” Hebreos 12.14

¡Cuánta religión hay, pues, que no sirve para nada! ¡Cuán grande es el número de personas que van a la iglesia, a las capillas y que sin embargo andan por el camino que lleva a la destrucción! Esta reflexión es terriblemente aplastante, abrumadora. ¡Oh, si los predicadores y los maestros abrieran sus ojos y se dieran cuenta de la condición de las almas a su alrededor! ¡Oh, si las almas pudieran ser persuadidas a “huir de la ira que vendrá”! Si las almas no santificadas pudieran ir al cielo; la Biblia no sería verdadera. ¡Pero la Biblia es verdad y no puede mentir! Sin la santidad nadie verá al Señor.

miércoles, 29 de agosto de 2012

La santificación - Sus evidencias (3ra parte)

Este es el tercer post acerca de este tema vital.
En esta entrada J. C. Ryle continúa desarrollándolo, y aquí nombra las evidencias de la obra santificadora del Espíritu en la vida de una persona.

Hemos de estar de acuerdo en que la verdadera santificación es algo que se puede ver. Entonces, ¿Cuáles son las señales visibles de una obra de santificación?

Evidencias de la santificación

 Esta otra parte del tema es amplia y a la par difícil. Amplia, por cuanto exigiría hiciéramos mención de toda una serie de detalles y consideraciones que me temo van más allá de los horizontes de este escrito; y difícil, por cuanto no podemos desarrollarla sin herir la susceptibilidad y creencias de algunas personas. Pero sea cual fuere el riesgo, la verdad ha de ser dicha; y especialmente en nuestro tiempo, la verdad sobre la doctrina de la santificación ha de hacerse sonar.

La verdadera santificación no consiste en un mero hablar sobre religión

No nos olvidemos de esto. Hay un gran número de personas que han oído tantas veces la predicación del Evangelio, que han contraído una familiaridad poco santa con sus palabras y sus frases, e incluso hablan con tanta frecuencia sobre las doctrinas del Evangelio como para hacernos creer que son cristianos. A veces hasta resulta nauseabundo y en extremo desagradable el oír cómo la gente se expresa en un lenguaje frío y petulante sobre “la conversión, el Salvador, el Evangelio, la paz espiritual, la gracia, etc.”, mientras de una manera notoria sirve al pecado o vive para el mundo. No podemos dudar de que este hablar sea abominable a los oídos de Dios, y no es mejor que blasfemar, maldecir y tomar el nombre de Dios en vano. No es sólo con la lengua que debemos servir a Cristo. Dios no quiere que los creyentes sean meros tubos vacíos, metal que resuena, o címbalo que retiñe; debemos ser santificados, “no sólo en palabra y en lengua, sino en obra y en verdad” (1 Jn. 3.18).

La santificación - Otros seis principios básicos (2da parte)

Esta es la segunda entrada en la que continúo compartiendo la enseñanza de J. C. Ryle acerca de la santificación. Si no has leído la primer parte te invito a que lo hagas para que tomes la idea completa y comprendas mucho mejor algunos conceptos expuestos en este post.

Puedes hacerlo haciendo click aquí.

También te recuerdo (y pido disculpas si sueno repetitivo) que si no cuentas con tu Biblia en estos momentos, y quieres leer los versículos bíblicos, al hacer click en los de color rojo serás redirigido en una nueva ventana a una Biblia online.

Se ha definido ya que la santificación es aquella obra espiritual interna que el Señor Jesús hace a través del Espíritu Santo en aquel que ha sido llamado a ser un verdadero creyente. Lo separa de su amor natural al pecado y al mundo poniendo un nuevo principio en su corazón que lo hace apto para el desarrollo de una vida consagrada a Dios.  Luego de los primeros seis principios continuamos hoy con los siguientes. ¿Me acompañas?

7- La santificación admite grados y se desarrolla progresivamente

Una persona puede subir uno y otro peldaño en la escala de la santificación, y ser más santificada en un período de su vida que en otro. No puede ser más perdonada y justificada que cuando creyó, aunque puede ser más consciente de estas realidades. Los que sí puede es gozar de más santificación, por cuanto cada una de las gracias del Espíritu en su nuevo carácter y naturaleza, son susceptibles de crecimiento, desarrollo y profundidad. Evidentemente, este es el significado de las palabras del Señor Jesús cuando oró por sus discípulos: “Santifícalos en tu verdad”; y también del apóstol Pablo por los tesalonicenses: “y el mismo Dios de paz os santifique por completo” (Jn. 7.17; 1Ts. 5.23). En ambos casos la expresión implica la posibilidad de crecimiento en el proceso de la santificación.
Pero no encontramos en la Biblia una expresión como “justifícales” con referencia a los creyentes, por cuanto éstos no pueden ser más justificados de los que en realidad ya han sido. No se nos habla en la Escritura de una imputación de santificación, tal como creen algunas personas; esta doctrina es fuente de equívocos y conduce a consecuencias muy erróneas. Además, es una doctrina contraria a la experiencia de los cristianos más eminentes. Estos, a medida que progresan más en su vida espiritual y en la proporción en que andan más íntimamente con Dios, ven más, conocen más, sienten más a Dios (2 P.3.18; 1 Ts.4.1).

martes, 28 de agosto de 2012

La santificación- Seis principios básicos


En esta oportunidad quiero compartirte un artículo muy completo de  J. C Ryle. Por ser un tanto extenso me he propuesto dividirlo en cuatro entradas para que puedas aprovechar mucho mejor la lectura. Recuerda que si no cuentas con tu Biblia en estos momentos, al hacer click en cada versículo de color rojo se te redirigirá, en una nueva ventana, a una Biblia online.
Desde ya, tus comentarios serán de gran valor y bien recibidos.


La santificación

Aquel que se imagina que Cristo vivió, murió y resucitó para obtener solamente la justificación y el perdón de los pecados de su pueblo, tiene todavía mucho que aprender, y está deshonrando, lo sepa o no, a nuestro bendito Señor, pues coloca a su obra salvadora en un plano incompleto.

El señor Jesús ha tomado sobre sí todas las necesidades de su pueblo; no sólo los ha librado con su muerte de la culpa de sus pecados, sino que también al poner en sus corazones el Espíritu Santo, los ha librado del dominio del pecado. No sólo los salva, sino que también los santifica. El no sólo es su justificación, sino también su santificación

"Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención" 1 Corintios 1.30

Esto es lo que la Biblia dice: “Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.” “… así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento de agua por la palabra”. “Cristo se dio a sí mismo para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí a un pueblo propio, celoso de buenas obras”… “quien llevó El mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia…” “ahora Cristo os ha reconciliado en su cuerpo de carne por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de El” (Jn. 17.19; Ef. 5.25-26; Tit. 2.14; 1 Pe. 2.24; Col. 1.21-22).

La enseñanza de estos versículos es bien clara: Cristo tomó sobre sí, además de la justificación, la santificación de su pueblo. Ambas cosas ya estaban previstas y ordenadas en aquel “pacto perpetuo” del que Cristo es el Mediador. Y en cierto lugar de la Escritura se nos habla de Cristo como el que “santifica” y de su pueblo como “los que son santificados” (Hebreos 2.11).

lunes, 27 de agosto de 2012

No devalúes lo invaluable

 En estos días estuve leyendo acerca de Jean Paul Getty quien fuera un empresario estadounidense fundador de la compañía Getty Oil.
Getty nació en una familia petrolera y fue uno de los primeros en el mundo con una fortuna superior a los 1.000 millones de dólares.
Les comparto una frase de su autoría:

“Cuando no se tiene dinero, siempre se piensa en él. Cuando el dinero se tiene, solo se piensa en él."

La primera impresión que tuve fue de desacuerdo. No es bueno generalizar diciendo que todos tenemos la misma perspectiva acerca del dinero. Pero, debo aceptar que de alguna u otra manera siempre estamos haciendo uso de él y lo vemos enredado en nuestra vida cotidiana. Cuando vamos al mercado, al médico o a realizar un viaje surge la cuestión del dinero.
Incluso los cristianos, cuando debemos organizar un evento o cosas por el estilo, caemos en la cuenta de que para muchas de estas cuestiones el dinero es necesario si queremos llevarlas a cabo.
Sin embargo, creo que la frase de Getty sintetiza la perspectiva de este siglo en donde también se ha acuñado el dicho popular "el dinero hace girar al mundo". Para los cristianos, el dinero tiene su importancia, pero la perspectiva que realmente es bíblica y pone lo material en su debido lugar nos guardará de afirmar las palabras del Sr. Getty las cuales revelan cierta ansiedad, temor, y si fuera cristiano, falta de confianza en la provisión de Dios. Todas estas cosas deben ser combatidas en la vida del creyente que ha acudido a los brazos de un Dios protector.

Es más, según la Biblia, existe una cantidad de cosas que valen más que el oro y las riquezas materiales:

domingo, 26 de agosto de 2012

Un atleta perseverante

Después de un tiempo sin aparecer, hoy vuelvo a publicar una entrada. Las tareas y cuestiones laborales me han impedido hacerlo en estos días, pero eso no significa que no lo haya extrañado ni haya sentido pesar por la falta de tiempo.
Esta mañana estaba considerando algunas imágenes que la Biblia usa para comunicar verdades de una forma más elocuente y expresiva. Sólo para nombrar algunos pocos ejemplos: "estar en la luz" como una imagen de comunión con Dios y con los demás; la iglesia como "un cuerpo" hablando de la diversidad de sus miembros pero en unidad vital; Dios protector como "mi castillo, mi roca firme"; el cristiano como "soldado"... 
Cada una de estas imágenes, puestas en su contexto nos traen cierta luz a la verdad que se está comunicando con palabras. De alguna manera hacen más vívido el mensaje y nos ayudan en nuestra comprensión.
Una de estas imágenes en la cual pensaba es aquella que mira al cristiano en su peregrinar como un atleta. De alguna manera, influenciados por ello nosotros usamos mucho la frase "la carrera de la fe". Me estoy refiriendo al texto muy conocido de Hebreos 12:1-3
Este pasaje trae una de estas ilustraciones que iluminan nuestra mente cada vez que volvemos a leerlo:

viernes, 24 de agosto de 2012

La santificación es un proyecto comunitario


Por Tim Challies

La gente a menudo me pregunta cómo encontrar tantos temas para escribir. La respuesta es simple: Dondequiera que voy, estoy en busca de algo —cualquier cosa—en qué pensar. Si estoy sentado en la iglesia, escuchando música, leyendo un libro o asistiendo a una conferencia, estoy manteniendo los oídos abiertos para las cosas que quiero pensar más. Anoto esas cosas sobre mi teléfono o en un trozo de papel. Más tarde, elijo uno para pensar en ello, mientras pienso, escribo.

Hace un par de semanas estuve en una conferencia y escuche hablar a Mike Bullmore. Hubo un par de cosas que mencionó de paso que anoté para que yo pudiera pensar en ello más tarde. Una de ellos fue la siguiente:


“La verdadera medida del crecimiento espiritual no es la cantidad de conocimiento que has ganado en el último año, sino ¿cuánto has crecido en santidad?” 

Todo cristiano sabe que es difícil medir la santificación —medir el progreso en la vida cristiana. Es fácil confundir conocimiento con el crecimiento, pensar que un conocimiento de los hechos necesariamente se traduce en un crecimiento en santificación. Pero, como dice Bullmore, este no es el caso, la vida cristiana no se mide en conocimiento, sino en la conformidad. El propósito de la vida cristiana no consiste en acumular el mayor número de hechos, sino en ser transformado cada vez más a la imagen de Cristo.

domingo, 19 de agosto de 2012

¿Cómo puedo hacer algo cuando no tengo ganas de hacer nada?


Por Edward Welch

Aquí está el problema. Mucha gente hace cosas porque siente que tiene que hacerlas. Se levantan por la mañana porque sienten que tienen que ir a trabajar o porque no tienen ganas de escuchar al jefe preguntarles por qué han llegado tarde, o no quieren verse en una situación de pobreza sin trabajo. Nos dejamos llevar por los sentimientos más de lo que pensamos.

Cuando está deprimido, no siente nada (o cualquier cosa que sí sienta no va a motivarle para hacer algo provechoso. Por ejemplo, se siente con ganas de morir, gritar, huir, desaparecer, evitarlo todo). ¿Cómo puede una persona, cuyos sentimientos la dirigen, plantearse metas, tener propósitos o motivarse cuando no siente nada?

Al principio tendrá que aprender a vivir de otra manera. Tendrá que ser como la mujer cuyos músculos aún funcionaban, pero dejó de sentir sus extremidades. No estaba paralizada, pero si cerraba los ojos no podía saber si estaba de pie, sentada o tumbada. A veces se miraba en el espejo y veía que tenía el brazo derecho levantado sin que se hubiera dado cuenta. Ni siquiera podía andar porque no sentía las piernas. Poco a poco, mirándose en espejos y viendo su cuerpo en lugar de sentirlo, comenzó a caminar de nuevo. Después de mucho entrenamiento, caminar comenzó a ser algo natural otra vez. No obstante, tuvo que aprender una nueva forma de vivir y de moverse.

viernes, 17 de agosto de 2012

Bienaventurados los de limpio corazón

Desde este blog continuamente enfatizo la importancia de creer lo correcto y ser sanos doctrinalmente. Esto, sumado a las declaraciones doctrinales, los dogmas, y cosas  semejantes hacen pensar a mas de uno que el cristianismo es un asunto de la cabeza. Es decir, algo puramente intelectual.  Sin embargo,  es un gran peligro cuando solamente asentimos intelectualmente una serie de creencias sin que lleguen estas a transformarnos. ¡El verdadero cristianismo afecta la misma esencia del ser! 

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" Mateo 5:8

Nosotros solemos asociar al corazón con los sentimientos tales como el amor, la pasión o el odio. Pero para la Biblia, hablar del corazón es hablar de la persona completa y se refiere a él como el centro y quien rige o gobierna la actividad humana. Pasajes tan conocidos como Proverbios 4:23 y Lucas 6:45 aclaran más el asunto.

Estructuras si, o estructuras no?


En esta entrada quiero compartirles una nota muy interesante de un pastor amigo, Ricardo Augusto Martínez.
Recuerda que si no cuentas con tu Biblia en estos momentos en cada texto he puesto un enlace que te redirigirá a una Biblia on line.
               _________________

Luego de escuchar hace ya unos meses tantas veces la palabra “estructura” o “estructurados”, y habiendo leído un comentario colocado por allí (quizás sin saber lo que se decía) en un par de renglones al respecto, pensé que sería bueno reflexionar muy brevemente sobre el tema.

Muy importante sería preguntarnos que es una estructura porque seguramente podemos correr el riesgo de hablar “sin saber” solo repitiendo como loros lo que otros dicen.

En algunas iglesias de hoy, y para algunos pseudos “liberales o abiertos” el término “estructura” es una mala palabra, pues procurando muchas veces justificar su conducta, su accionar o su modo de proceder, tildan a los que piensan o proceden diferente a ellos de partidarios de las estructuras, o sea de “estructurados”.

Según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) ESTRUCTURA es: “Distribución y orden de las partes importantes de un edificio. Distribución de las partes del cuerpo o de otra cosa. Armadura, generalmente de acero u hormigón armado, que, fija al suelo, sirve de sustentación a un edificio”. Teniendo como sinónimos  “orden, organización”.

lunes, 13 de agosto de 2012

¿Por qué la frialdad espiritual?


Por A. W. Tozer

“Hay algo que está oculto y que provoca esa frialdad. ¿Qué es ese algo? No es otra cosa que el velo de separación que conservamos en el corazón. Este velo impide que veamos el rostro de Dios. Y no es otro que el velo de nuestra naturaleza humana caída, que aún no ha sido juzgada, crucificada y repudiada dentro de nosotros. Es el velo, de la supervivencia de nuestro “yo,” que nunca hemos querido doblegar, y que no hemos sometido a la crucifixión. Este velo sombrío nada tiene de misterioso, ni es difícil identificarlo. Basta que echemos una mirada a nuestro corazón para que lo veamos, recosido y remendado y reinstalado, verdadero enemigo de nuestra vida y real impedimento de nuestro progreso espiritual.

Este velo no es bonito, y no nos gusta hablar de él. Pero me estoy dirigiendo a almas sedientas que se han determinado seguir a Dios, y yo sé que ellas no se volverán atrás porque el camino pasa a través de cerros sombríos. La urgencia de Dios que sienten en su interior los impulsará a seguir. Harán frente a los hechos, por desagradables que éstos sean, y soportarán la carga de la cruz por el gozo que les espera. Por eso me atrevo a mencionar los hilos con los cuales se ha tejido ese velo interior.

No minimicemos lo que para Dios es importante


Una de las cosas que más me sorprenden en la actualidad es ver cómo muchas veces minimizamos lo que para Dios es importante. A veces tenemos una imagen muy liviana de las cosas de Dios. Si echamos un vistazo a los evangelios nos daremos cuenta que en muchas cuestiones distamos kilómetros de lo que Jesús pretendía. Él decía a sus seguidores "calculen el costo que tiene seguirme", nosotros decimos "vengan que todos sus problemas van a ser solucionados!",. Jesús decía: "el que quiera seguirme niéguese a si mismo", nosotros decimos: "ámate a ti mismo". Y no solo eso, también podemos interpretar las cosas de tal forma que nos permitimos guardarlas en nuestro corazón como "cosillas inocentes" siendo éstas una fuente de grandes pecados. Jesús mismo se enfrentó con algunos casos así...¿Lo vemos juntos ?

sábado, 11 de agosto de 2012

Impecable, intachable y sin error

Por Richard L. Mayhue

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como  obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” 2 Timoteo 2:15

La Nueva Versión Internacional lo traduce de esta manera:

“Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta debidamente la palabra de verdad”

            Ahora bien, si nos tomamos la molestia de leer toda la epístola, descubriremos que cuando Pablo le entregó el bastón ministerial a Timoteo, lo que le importaba ante todo era la Palabra de Dios. En otro lugar le había dicho: “Reten la forma de las sanas palabras que de mí oíste…” (2 Ti. 1:13) Pablo escribió: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Ti.2:2). Y en el versículo 14 del mismo capítulo, viene a decir: “No tropieces en palabras y acabes en un callejón doctrinal sin salida”. Para advertir luego en los versículos 16 y 18: “No te desvíes doctrinalmente y trastornes la fe de algunos”.

viernes, 10 de agosto de 2012

La mejor motivación para ser excelentes

"Todo lo que hagas hablará a los demás no solo de tu persona, sino también de tus padres, de tu iglesia y aún del cristianismo." Estas palabras son algo que suelo recalcar a mi hijo de 8 años y que creo valederas para todos nosotros.
No sé si lo habrás notado, pero cuando un niño hace algo malo, lo primero que los críticos dicen es: "¿¡dónde estarán los padres de este niño malcriado!?" o "yo no se qué clase de educación le dan en la casa a este chico...".
Si tu carácter se exaspera continuamente o te caracterizas por ser un mal trabajador; Si eres conocido por ser un estudiante vago o una persona descuidada en el pago de tus deudas, lo primero que señalarán es "¿De qué le servirá ir a la iglesia evangélica?" "Si eso es ser cristiano, prefiero no serlo!..."
Admitámoslo, aunque en parte no nos gusta que así sea, los ojos del mundo entero están sobre nosotros esperando que hagamos algo mal o nos equivoquemos para señalarnos agudamente con su dedo acusador.
Como iglesia y representantes de Cristo en la tierra, debemos esforzarnos por marcar una diferencia. Por supuesto, no somos 100% perfectos sin error alguno, pero esto no es excusa para no mejorar.

La excelencia no es algo que se logra de un día para el otro sino que debe cultivarse todos los días…No se logra con solo asistir a un campamento o retiro espiritual, ni haciendo que el pastor ore por mí. Es algo que se alcanza cultivando hábitos y demanda un continuo esfuerzo de nuestra parte pero con una completa y absoluta dependencia de Dios por sobre todas las cosas.

Lo que falta en el cielo

por Nathan Busenitz


Pregúntele al hombre promedio en la calle lo que piensa sobre el “cielo”, y probablemente va a describir un lugar donde la gente casi todo lo que disfruta en esta vida está completamente ausente.

En las mentes de la mayoría, cosas como colores vivos, buena comida, música a alto volumen, las amistades cercanas, y la actividad física están todos ausentes del cielo. Ellos prevén un lugar donde todo es de color blanco, esterilizado, y en general en calma, como un hospital o una biblioteca cósmica gigante en el cielo. Habitantes del cielo flotando como espíritus desencarnados con halos pequeños, vestidos de ropas blancas del coro, sentados en nubes de algodón, y tocando pequeñas arpas por toda la eternidad. Es como algo salido de un catálogo de Precious Moments – todo lo contrario de algo emocionante, apasionante, o eternamente divertido. (Sin ánimo de ofender a los que coleccionan pequeñas, figuras aladas de cerámica.)

La triste realidad es que con demasiada frecuencia, los cristianos podemos permitir que nuestra propia comprensión de los cielos sea contaminada por la cultura que nos rodea. Pero Hallmark no debe definir el cielo a nosotros. Hollywood no tiene que definir el cielo a nosotros. Siglos de tradición monástica no deben definir el cielo a nosotros.

jueves, 9 de agosto de 2012

El matrimonio como medio para la pureza

Por lo general, cuando solemos escuchar  hablar del compromiso en el amor matrimonial, se lo enfoca desde un perfil romántico.
He asistido a varios retiros matrimoniales y en la gran mayoría de los casos, aunque no en todos, se habla desde este punto de vista:
"Llevale una flor cuando regresas de trabajar" "déjale cartelitos que digan te amo".
Tales consejos no son malos, pero si apuntamos solamente en esa dirección corremos el riesgo de ser superficiales obviando lo más importante.
Cuando leemos, por ejemplo, Efesios 5: 21-33 donde encontramos palabras como:

"Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor... Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia..."

podemos dar un millón de consejitos románticos con el buen propósito de fomentar el amor en la pareja cristiana. Pero, más allá de eso, este pasaje bíblico aparece como resultado de lo que se ha dicho unos versículos antes donde se nos insta:

"...sed llenos del Espíritu" (v.18)

miércoles, 8 de agosto de 2012

Las promesas de Dios no alientan la pasividad


Nosotros, los cristianos, gozamos en nuestras vidas de la gracia de Dios.
Esta gracia no es simplemente "un regalo no merecido", como generalmente se la define sino que es mucho más. En ella, no solo recibimos lo que no merecemos sino que además no hemos recibido lo que sí merecíamos. Según la Biblia éramos dignos del castigo eterno, sin embargo hemos sido recibidos en misericordia a través de Jesucristo. Pero no sólo eso, sino que además es esa misma gracia la que también nos capacita para el servicio.

lunes, 6 de agosto de 2012

Las diez leyes del pecado


Por Miguel Núñez

Primera ley: El pecado te llevará más allá de donde pensabas llegar.
Decimos: “es que solo pienso llegar hasta aquí”  o  “créeme que esto está bajo control”. Y lo que estaba bajo control, termina controlándote a ti. Controlando tu vida; controlando tu mente y no te deja descansar. Controlará tu corazón, y lo que controla tu corazón,controlará también tus emociones.


Segunda ley: El pecado te alejará por más tiempo de lo que habías pensado
“Es solo un par de días”...Y los días se convierten en semanas y las semanas en meses y en muchas ocasiones, en años. En el caso de los israelitas…400 años.

sábado, 4 de agosto de 2012

La escencial cosmovision cristiana ¿Qué es la Verdad? ¿Porque estamos Vivos?


Por: Charles T. Buntin

Usted tiene una manera de ver o interpretar el mundo (cosmovisión). Mucha gente quizás niegue tenerla, pero el hecho es que usted tiene una. Si dice, “Oye, todo lo que quiero es divertirme, no necesito una manera de interpretar o ver el mundo,” entonces esa es su manera de interpretarlo-- la Biblia describe esta forma de pensar como: “come, bebe, y se feliz, para mañana podrías estar muerto.” Quizás llamarían tal visión de la vida “el nihilismo hedonístico,” que significa “diviértete y no te preocupes por nada.” Su visión del mundo quizás fue formada por creencias y tradiciones religiosas, por ocultismo y superstición, por el humanismo y el racionalismo, por lo que usted aprendió cuando niño en “Plaza Sésamo” y “Señor Rogers,” o por lo que oye y ve ahora en “Phil” y “Oprah,” (Cristina). Usted tiene una cosmovisión. Su manera de interpretar o ver el mundo pudo haber sido claramente conciente o casi totalmente subconsciente, puede que sea despreciable o noble, puede ser sensata o alocada -- usted tiene una cosmovisión. Y esta es de suma importancia para usted pues gobierna su forma de pensar y vivir, e influye en todas sus decisiones y actividades.

viernes, 3 de agosto de 2012

El exagerado amor propio, ¿Una enseñanza bíblica?

Los cristianos tenemos la bendición de contar con medios como internet, radios y canales de televisión no solo para estar conectados sino para transmitir el mensaje de la Palabra de Dios como también recibirlo. A menudo escucho radios cristianas del otro lado del mundo, leo blogs, libros on line, me informo y permanentemente me escribo con hermanos en la fe. Esto es algo que en mi niñez y adolescencia jamás hubiera imaginado. ¡En cuestiones de segundos estoy conectado a todo el mundo!
Tenemos acceso a la información como nunca antes.
Sin embargo, así como es una gran bendición también puede ser un gran peligro. De la misma manera que podemos expandir el mensaje del evangelio, así también se expanden las falsas enseñanzas, muchas otras filosofías y hasta lo que yo llamo "las modas cristianas". Y es increíble el poder de influencia, incluso sobre personas de nuestras mismas iglesias.

jueves, 2 de agosto de 2012

Mantén la presencia de Dios


Te comparto un muy buen artículo de John Piper  quien analiza un sermón de Jonathan Edwards, el gran pastor y misionero.
Estoy seguro que, como sucedió conmigo, también te hará reflexionar.

De vacaciones, guardé una copia de los sermones de Jonathan Edwards en mi mesita de noche como una forma de ir a dormir con la mente centrada en Dios. Uno de esos sermones se llamó "Manteniendo la Presencia de Dios." Fue predicado en un día de ayuno en toda la colonia, en abril de 1742.
La segunda ola del Primer Gran Despertar había culminado en los alrededores, y Edwards estaba viendo tanto las consecuencias buenas y malas del Renacimiento. El vio peligros espirituales acechando por todas partes. Al año siguiente, al predicar su famosa serie sobre los afectos religiosos, el se convertiría en el analista y estudiante de corazones humanos más cuidadoso que haya despertado en el Renacimiento. Lo que el vio en esos corazones era mixto.

Así que en este sermón, "Manteniendo la Presencia de Dios", su objetivo era estimular cristianos activos a estar atentos de que su exuberancia no llegara a ser orgullo. Los exhortó a entregarse a la vigilia y la oración, así como a mantenerse quebrantados, humildes y felices en el buen trabajo de Dios en sus vidas.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...